domingo, 24 de febrero de 2008

Chuck Palahniuk

Chuck Palahniuk es, a mi modo de ver, uno de los escritores más interesantes del panorama actual de la narrativa. Palahniuk se cuestiona en sus obras cuál es el papel del individuo dentro de la sociedad de consumo contemporánea y, a la vista de sus obras, el lugar que le toca al individuo en el presente no es demasiado favorecedor. Todos los personajes de Palahniuk son personas inadaptadas, que no entienden el mundo en el que viven y con un carácter mezcla de cinismo y de nihilismo.
Cada una de las obras de Palahniuk es también una vía de escape para estos individuos esclavizados y subyugados por la masa. Unos responden a base de golpes, otros a base de atragantamientos y los de más allá chocando con otros coches o iniciando un viaje.
Por ello me gusta pensar en la literatura de Palahniuk, como una literatura de la respuesta y de la negación. De la respuesta a un Statu Quo y una negación a la legitimidad de éste.
Así que a modo de iniciación he resumido y comentado muy escuetamente todos los libros que, hasta ahora, he leído del Palahniuk.

Club de Lucha: Como muchos otros, leí éste libro después de haber visto la maravillosa película de David Fincher. La película me impactó sobremanera, me encantó, encima Edward Norton es uno de mis actores predilectos. El problema es que como ya sabía de qué trataba la historia, el libro me pilló de vuelta y además no era el primer libro de Palahniuk que leía, por tanto, su estilo ya no me sorprendía y lo divertido e interesante de Palahniuk es la forma que tiene de hacernos sentir culpables y escandalizados a la vez, y al menos, en mi caso, ese escándalo y culpabilidad ya lo había sentido viendo la película.
De todas formas Club de lucha continua siendo uno de los mejores libros de Palahniuk, y lo es porque en él tenemos todo lo que encontraremos en las siguientes novelas del autor norteamericano; sexo, violencia, sentido del humor y unos personajes sobredimensionados, abandonados y rozando el nihilismo más irrisorio. Porque sí, los personajes de Club de Lucha son nihilistas y postmodernos, incómodos y desfasados. Ignorantes que incluso luchando contra algo, uno se manifiesta a favor de ese algo.
Club de lucha representa una visión global, y posiblemente algo exagerada, del momento que nos ha tocado vivir. Entre sus páginas encontramos el boceto del espíritu de nuestra época, algo desdibujado, eso sí, por la tendencia de Palahniuk a llevarlo todo al extremo, de buscar ese limite entre lo posible y la más pura fantasía. Y ese es posiblemente el mayor problema de sus obras, es decir, acostumbra tanto al lector a sentirse impresionado que cuando intenta dar una vuelta de tuerca más, el lector se queda como si nada hubiera pasado.
Suele pasarme q
ue las primera páginas de Palahniuk me parezcan increíbles pero que a partir de esa sorpresa inicial el libro se vaya diluyendo lentamente entre más sexo, mierda, insultos y violencia. De todas formas, todos y cada uno de los libros de Palahniuk que he leído hasta la fecha tienen un final a la altura del principio. Y Club de lucha es, seguramente, el mejor final de todos ellos.

Valoración: 8/10

Monstruos Invisibles: Todos nos hemos preguntado alguna vez en nuestra vida qué haríamos si fuésemos invisibles. Monstruos invisibles nos habla de otro tipo de invisibilidad, la invisibilidad que sufren aquellos que han sido atractivos y que han dejado de serlo. Estas personas pasan de ser el centro de atención de todo el mundo en la calle, en un restaurante o de fiesta en una discoteca, a pasar totalmente inadvertidos, a ser uno más del gentío que pasa por delante de nuestros ojos durante todo el día.
Este lib
ro nos habla del sufrimiento de aquellos que se sienten siempre observados, de aquellas personas que están siempre en tensión, procurando tener el peinado perfecto, el bronceado perfecto y el conjunto perfecto, de aquellas personas preocupadas por el "qué dirán".
Pero por encima de todo, Monstruos invisibles nos habla de la caída de la dictadura
de la belleza, de la libertad que comporta ser uno más, un feo entre feos, la libertad de no sentirte observado a cada momento.
Y eso e
s lo que le sucede a nuestra protagonista, Shannon es atractiva, tiene fama, novio, trabajo...pero toda su vida desaparece en el momento en que sufre un accidente que le desfigura la cara, en ese momento, pasa a ser un monstruo invisible, ya no es atractiva, nadie se fija en ella, su novio la deja y no le salen más trabajos. En esta terrible situación Shannon conoce a Brandy Alexander, aunque "conocer" no sea la palabra correcta. Brandy le presenta un nuevo futuro, un camino de esperanza y después de secuestrar a su ex-novio, los tres (Shannon, Brandy y Seth) inician un loco viaje que les llevará al lugar en el cual todo empezó.
Monstruos invisibles es una pequeña muestra de todo
lo que luego llegará a ser Asfixia. Personalmente lo que más me ha gustado de esta novela es la compleja figura de Brandy Alexander, un travesti de manos grandes (no estoy destripando nada que no se diga al inicio de la novela) con un gran secreto y no precisamente eso.

Valoración: 8/10

Asfixia: Dejando de lado que este libro tiene una portada que me encanta, Asfixia es la novela de Palahniuk que más me ha gustado.
Un estudiante de medicina frustrado tiene un plan, un ingenioso plan, diría yo, para ayudar a su madre, una madre revolucionaria, y a la vez, dictatorial con problemas de salud; va a restaurantes, se sienta a comer y en un momento dado finge asfixiarse con un trozo de comida, para que aquel que le salve, se interese por él y su patética vida, sienta la necesidad de ayudarle durante el resto de su días. Si todo esto no fuera ya de por si incorrecto, aun hay más, Víctor, que así se llama el protagonista, es adicto al sexo y asiste a reuniones, con más adictos como él, con el fin de buscar mujeres con las que compartir lecho e intimidad.
Asfixia es el retrato de lo más patético de nuestra sociedad, de esos personajes desheredados por todos, pero que existen aunque no queramos verlos. Palahniuk nos habla de personas incompletas, que viven vidas incompletas esperando la muerte completa. De personas que esperaban llegar a ser algo si trabajaban y se esforzaban lo suficiente. De personas que han dejado de ser estúpidas y ya no esperan nada.
Asfixia es otra muestra más de la "genialidad" de Palahniuk. Posiblemente no sea un gran novelista, tampoco es un poeta. Pero es claro y directo. Impacta y sorprende. Y eso es casi lo mejor que se puede decir de un escritor de hoy en día.

Valoración: 9/10

Nana: Nana es la primera novela de Palahniuk que leí y una de las cuales guardo mejor recuerdo.
Todo empieza cuando al periodista Carl Sagan le encargan escribir una serie de cinco artículos sobre la muerte súbita en la infancia. A Carl le afecta directamente el tema ya que perdió a su mujer e hijo de forma misteriosa en el pasado.
El otro personaje, y para mí, el verdadero protagonista, es Helen Hoover, una dedicada a la especulación inmobiliaria de viviendas en las cuales ha sucedido algún fenómeno paranormal. Helen también fue víctima de una perdida familiar en extrañas condiciones.
Carl y Helen se conocen de casualidad cuando Carl, en su estudio periodístico del asunto, descubre que en todas las casas en las que ha muerto un niño tienen una antología de canciones de cuna que incluye una pieza mortal. Una nana que asesina a quien la escucha y transforma a quien la aprende de memoria en un ser mortífero.
A partir de este encuentro Carl, Helen, Mona (la secretaria de Helen) y Ostra (amante de Mona) inician un viaje en busca de todos los ejemplares de dicha antología de canciones de cuna. Este es inicio para un Road trip desenfrenado en el que unos desconocidos van conociendo progresivamente a la persona que se encuentra en el asiento de al lado.
Nana fue, para mí, el descubrimiento de este tipo de literatura valiente, ácida e incluso, por momentos, desagradable, que te engancha porque te habla directamente sin los subterfugios típicos del escritor contemporáneo y sin la necesidad de tener que ser exageradamente bella o lírica para captar y mantener tu interés. Por eso me gusta leer a Palahniuk, porque siento que lo tengo justo delante contándome sus historias cara a cara y sólo para mí.

Valoración: 8/10


Diario: Diario; una novela es el diario que empieza a escribir Misty Tracy Wilmot después de que su marido entrara en coma. Misty es una artista mediocre ya retirada que sueña con poder volver a crear y que ahora trabaja de camarera en un hotel de una pequeña población. Mientras cuida de su hija y de su suegra, Misty va descubriendo una serie de mensajes que le había dejado su marido y poco a poco se va percatando del macabro destino que la isla en la que reside le tiene preparado.
Recuerdo que al leer Diario; una novela tuve la sensación de no estar enterándome de casi nada, sucedían cosas, yo leía que sucedían cosas, pero no entendía qué cosas, ni cómo, ni porqué sucedían. En esta novela encontramos todos los clichés de Palahniuk, pero sin llegar al nivel de Asfixia o Club de lucha. Sin duda Diario se queda a medio camino. Misty tiene trabajo, una mierda de trabajo, pero algo ya es, tiene familia y tiene un pasado. Los personajes secundarios son más secundarios que nunca, excepto Tabitha, la hija de Misty, lo que le resta un poco de profundidad a la trama de la novela ya que ésta se centra excesivamente en lo que le sucede a Misty, pero lo que a ella le sucede no es nada realmente digno de mención, sólo llegado al final de la novela uno se da cuenta de que todo tiene un sentido, algo pillado con pinzas, pero un sentido al fin y al cabo.
Diario es una novela que pretende ser una reflexión sobre la creación artística y la frustración del artista que se siente incapaz de crear algo realmente bueno, ya que todas sus obras son mediocridades que no sobresalen dentro de un mundo lleno de más mediocridades.

Valoración 6/10

Fantasmas: Escrita al más puro estilo de Chaucer en Los cuentos de Canterbury, Fantasmas narra las desventuras de una serie de personajes que acuden a la llamada de un anuncio que les promete una temporada de descanso en un retiro para escritores. Cada personaje se introduce a sí mismo y a su historia mediante un poema. Estas historias son, como no, muy morbosas; repletas de sexo, violencia y vísceras. Mientras los personajes van contando sus historias, se produce, durante su encierro, una serie de catástrofes, a cada cual mayor y más intencionada, y nos damos cuenta que el supuesto descanso para escritores no es tal.
Como suele pasar con las novelas que tienen esta estructura (salvo Hyperion), lo que les sucede a los personajes durante su estancia en el retiro de los escritores pasa a un segundo plano, lo que de verdad interesa y entretiene son sus historias y es ahí dónde, realmente, se encuentra la trama principal de la novela.
Fantasmas es una vuelta de tuerca más al estilo de Palahniuk. Me parece que en Fantasmas se le ha ido un poquito la mano, es cierto, que algunos relatos son excelentes, pero la mayoría son demasiado morbosos o nihilistas incluso para Palahniuk.

Valoración: 5/10


Rant: Ésta es la última novela, hasta ahora, de Palahniuk. En ella el escritor norteamericano vuelve a parecerse más al autor de Asfixia o Club de lucha, que al de Diario o Fantasmas.
A través de las confesiones de sus amigos, familiares y conocidos más íntimos, Palahniuk nos esboza el retrato de Rant. ¿Y quién es Rant? Nadie lo sabe a ciencia cierta, si algo queda claro tras leer la novela, es que nadie conoce del todo a Rant. ¿Es un asesino? ¿un sociópata? ¿un drogadicto? ¿un adicto al sexo? Un poco de todo y nada en particular.
Rant es la biografía del susodicho Rant, desde su nacimiento hasta su muerte, narrada por su madre, su amante, sus compañeros de choquejuergas o su mejor amigo de la infancia, entre otros.
Lo único claro que queda al finalizar el libro es que a Rant sólo lo conoce el propio Rant, ya que su personalidad se desgaja en varios personajes y en diferentes tiempos. Y al final no sabes si Rant es aquel que dicen sus conocidos que es, si Rant está muerto o ni siquiera si Rant ha existido en algún momento.
Rant es la novela más compleja y lograda de Chuck Palahniuk, desde su estructura hasta su narración Rant destila talento a raudales. No llega a la brillantez de Asfixia, ni al nivel de impacto de Club de lucha, pero no hay que olvidar que ésta ya es la octava novela del autor y que todos los lectores ya estamos más que inmunizados a sus ataques contra nuestra sensibilidad.

Valoración: 7/10

viernes, 15 de febrero de 2008

La carretera

Hay libros, que ya desde su portada desprenden cierta magia y encanto. Éste es sin duda uno de ellos, y eso que la portada española no tiene nada que ver con la estupenda portada original de la novela. Pero ese negro granulado, ese "Cormac McCarthy" y sobre todo las sanguinolentas letras de "La carretera", te inducen a pensar que dentro, entre sus líneas y escondido en las palabras, se encuentra una gran historia.
Y no es una gran historia porque sucedan grandes cosas; ciertamente ocurren muy pocas. La carretera, es más una novela de reflexión que de acción. Quién busque aquí una aventura a través de una carretera atestada de bandas antropófagas, con disparos y persecuciones acabará la novela y se sentirá muy pero que muy decepcionado. Es cierto que el mundo que aquí nos presenta Cormac McCarthy nos remite directamente a ciertas películas tipo Mad Max o 28 días después, pero aquí, los parajes desérticos, la naturaleza muerta y toda esa sensación de estar viviendo en un mundo apocalíptico, abocado al final de sus días es solo el contexto, el marco a través del cual se nos permite profundizar en la relación entre un padre y un hijo, y entre un hombre y él mismo. Con una serie de brillantes divagaciones sobre la soledad, el silencio, la desesperanza o la ex-sistencia.
Uno de los grandes aciertos de de la novela es, a parte de su extravagante pero muy sugestiva propuesta, la forma que tiene Cormac McCarthy de contarnos lo que sucede utilizando pequeños párrafos a modo de aforemas, diálogos cortos, muy del estilo de Saramago, pero a la vez directos en los que se muestra perfectamente el contraste entre el padre y el hijo. Toda esta estructura hace que avances página tras página casi sin enterarte. Porque ese es el principal aspecto negativo de la novela: se lee en dos días, uno se queda con ganas de saber más; más del antes y más del después. Aunque a veces está bien encontrar una historia que tras ser leída puedas concluir que no le sobra ni una sola de todas sus palabras.

Se quedó escuchando el goteo del agua en el bosque. Lecho rocoso, este. El frío y el silencio. Las cenizas del mundo difunto trajinadas de acá para allá por los crudos y transitorios vientos del vacío. Llevadas, esparcidas y llevadas de nuevo. Todo desencajado de su apuntalamiento. Sin soporte en el viento cinéreo. Sostenido por una respiración, temblorosa y breve. Ojalá mi corazón fuese de piedra. Cormac McCarthy, La carretera.

Valoración: 9/10